Secuestro de la mente, estrés y conciencia. Ten a mano un puñado de recuerdos.
Me gusta insistir en que el estrés es una respuesta física, atávica, automática e inconsciente puesta en marcha por la hormona cortisol, cuando el cerebro descubre una amenaza para la supervivencia. No es psicológica o mental, no es “no puedo con mi vida”.
Es un auténtico secuestro de la conciencia, porque es el cuerpo el que reacciona y se pone en marcha para huir literalmente a la carrera lo más lejos y lo más rápido. No hay tiempo para pensar, es más, en la respuesta de estrés, se desactiva parte del córtex prefrontal, el lugar del pensamiento, y se queda prácticamente sin riego sanguíneo.
Un desastre.
¿Qué podemos hacer?
Algo tan simple como evocar un recuerdo agradable.
Al realizar este esfuerzo de la memoria ya estamos activando las regiones del córtex prefrontal asociadas con la regulación emocional y el control cognitivo; volvemos a ser nosotros mismos usando el cerebro.
Recuperamos la atención. Salimos de la respuesta de estrés automática y se amortigua la respuesta fisiológica al estrés
Lo que funciona es revivir ese recuerdo con toda la emoción del momento evocado. Es poner un pensamiento como si fuera un fotograma que observo como espectador. Como si sacaras esa imagen del disco duro de tu memoria y lo colocas en el escritorio de la mente para tenerlo siempre a mano.
Evoca esa imagen maravillosa de un momento cotidiano en el que te sentiste genial, feliz, en paz, y siente las sensaciones, como si las filtraras de la mente al cuerpo.
Algunos ejemplos que suelo señalar: la carita de mi bebé el día que nació, un logro en el trabajo, el olor de una comida fantástica, un abrazo, una caricia, un paseo en la naturaleza, cualquier momento sirve. Simplemente tiene que ser positivo.
Estamos engañando al cerebro haciéndole creer que estamos viviendo de verdad ese momento en el presente y hace lo que hace el cerebro cuando disfruta de una vivencia: segregar oxitocina, la llamada hormona del bienestar, que además ralentiza la frecuencia cardiaca y que ayuda al restablecimiento del equilibrio hormonal previo al pico de estrés.
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Para buscar ese recuerdo maravilloso, mejor cierra los ojos para evitar otros estímulos y pon una mini sonrisa sutil y suave, (como la de la Gioconda), que te ayudará a encontrar esa imagen, evocarla y re-vivirla.
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La evocación es la tercera acción que utilizo para enseñar a “fabricar una pausa de serenidad”. Con la herramienta “mente”
Todos podemos parar un momento, y usar el cuerpo, la respiración y la mente para serenarnos.
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Si quieres enseñar a tus equipos a salir instantáneamente de un momento de estrés te ayudo encantada.
#gestióndeEstrés
#saludmental
#pausadeserenidad
Fuentes:
@Megan Speer y @Mauricio Delgado. Rutgers University
@Markus Heinrichs, Ph.D. Friburg Univ
@Robert Sapolski. Stanford University
@NatureHumanBehaviour